viernes, 14 de febrero de 2014

EL BACALAO SKREI – EL BACALAO NOMADA.



Pertenece a la familia de los gádidos (Gadidae) y se distingue del bacalao común por su forma de vida y su color. Aunque todas las especies de bacalao tienen una forma de vida migratoria, se diferencian entre ellos por el lugar donde habitan y los miles de kilómetros que recorren para llegar puntuales a desovar.

El Skrei o bacalao de invierno, toma este nombre que significa “nómada” en noruego y del antiguo noruego skrida (andar), precisamente por el largo recorrido que tiene que hacer durante la época de reproducción, también se le conoce como “el manjar blanco” o “el bacalao pata negra”.

Habita durante casi todo el año en el Mar de Barents donde se unen Noruega con Rusia, en aguas heladas y en profundidades de hasta los 600 metros formando bancos numerosos, su crecimiento es muy lento, alrededor de 2 centímetros al año y necesitan más de 7 o 8 años para poder reproducirse (algunos hasta 12 años).

Todos los años en enero, el Skrei inicia un largo viaje hacia el suroeste hasta las islas Lofoten en el norte de Noruega donde las aguas son más templadas y claras,
manteniéndose allí hasta que termina de desovar a orillas de la costa.

Su color oscila entre marrón rojizo, gris y verde, en la edad de reproducción mide entre 70 a 1 metro y pesa entre 5 y 8 kilos.

El Skrei más apreciado es el que se pesca con anzuelo cerca de la costa en los meses de enero a marzo pero para pescarlo hay que ser un verdadero experto ya que en esta época casi no come.

Una vez que termina de desovar, retorna con las corrientes hacia el Mar de Barents.

Por su esfuerzo migratorio, su hábitat, alimentación y su largo periodo de crecimiento debido a habitar en aguas gélidas todo el año; su carne es totalmente distinta a las otras especies de su familia, de ahí a ser tan apreciado en gastronomía.

Se comercializa generalmente fresco y actualmente en nuestro país ya se encuentra con facilidad.    

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