Aunque parezca una contrariedad, el
mejor pulpo no se degusta a orillas del mar, sino a muchos kilómetros tierra
adentro. Son conocidas y populares las pulpeiras de Melide pero es en O
Carballiño (Ourense) donde se dio a conocer.
Hay que remontarse al siglo XII y al monasterio de Santa María de Oseira en Ourense para encontrar el origen de este noble y apreciado cefalópodo.
En las costas gallegas siempre abundo el pulpo, se pescaba pero raramente se consumía, se secaba y se enviaba a tierras del interior para utilizar como moneda de cambio por otros productos que escaseaban en la costa. Su valor era tan bajo que en ocasiones se desechaba como producto de cambio.
En este monasterio los monjes cistercienses reciben en herencia de un noble el Coto de Marín en Pontevedra. De este coto los monjes no solo recibían el diezmo en riquezas capitales, sino que también lo recibían en carne y pescado.
El puerto de Marín en esta época era un importante enclave pesquero y el pulpo era muy abundante, para transportarlo a tierras del interior era necesario secarlo para poder conservarlo y aprovechar las épocas de abundancia.
Estos monjes cistercienses al recibir como parte de los diezmos del coto importantes cantidades de pulpo, deciden venderlo o cambiarlo por la comarca y también explotarlo en las ferias que se celebraban en la zona a orillas de río Arenteiro. La forma más fácil que se les ocurrió para cocinarlo al aire libre era cocerlo y servirlo con sal.
Tuvo tanto éxito que pronto se popularizo por las ferias del interior de Galicia como plato económico pero que gustaba a la población. De ahí el nombre de “pulpo a feira”.
Se cocina en calderos de cobre y se sirve en platos de madera, el aliño que hoy conocemos también se debe a esta época donde el pimentón y el aceite lo traían los mercaderes del interior de la península.
Uno de los secretos de la cocción del pulpo es en el medio donde se cocina, en una olla de cobre, quizás los monjes del monasterio de Santa María de Oseira ya sabían que el pulpo tiene sangre azul.
(Su sangre es azul debido a que utiliza hemocianina en lugar de hemoglobina como molécula transportadora de oxigeno; la hemocianina contiene cobre en lugar de hierro, por lo cual tiene el color azul).
En gastronomía es muy apreciado, se cocina de muy diferentes formas pero la más popular y conocida es a feira o a la gallega. Es un plato básico de la gastronomía de Galicia aunque su consumo se ha generalizado por toda España, está presente en las fiestas y romerías de Galicia y el Bierzo en León. Existen ferias señaladas como la Ascensión en Santiago de Compostela o San Froilán en Lugo donde el pulpo es la estrella de la gastronomía.
En o Carballiño se celebra la fiesta del pulpo el segundo domingo del mes de agosto, declarada de Interés Turístico Internacional donde acuden unas 100.000 personas y se consumen en un solo día 50.000 kilos.
En la actualidad, la mayoría del pulpo para el consumo humano proviene de África Septentrional y Occidental, el pulpo de las costas gallegas es el más apreciado en la gastronomía española por su sabor y textura debido a que las rías de esta costa son muy abundantes en mariscos y bivalvos principal alimento de este cefalópodo.
El pulpo ha sido un alimento popular en el este de Asia, España, Grecia y otros países desde hace siglos, ganando popularidad en EE.UU. recientemente.
Esta popularidad ha tenido un fuerte impacto en las poblaciones de pulpo, en Japón las capturas se desplomaron un 50% entre los años 1960 y 1980.
La demanda internacional inspiro la pesca en África Occidental y del Norte en los años 80, aunque recientemente también en Senegal. Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU, cada año son importadas en torno a 270.000 toneladas de pulpo por varios países de todo el mundo.
Hay que remontarse al siglo XII y al monasterio de Santa María de Oseira en Ourense para encontrar el origen de este noble y apreciado cefalópodo.
En las costas gallegas siempre abundo el pulpo, se pescaba pero raramente se consumía, se secaba y se enviaba a tierras del interior para utilizar como moneda de cambio por otros productos que escaseaban en la costa. Su valor era tan bajo que en ocasiones se desechaba como producto de cambio.
En este monasterio los monjes cistercienses reciben en herencia de un noble el Coto de Marín en Pontevedra. De este coto los monjes no solo recibían el diezmo en riquezas capitales, sino que también lo recibían en carne y pescado.
El puerto de Marín en esta época era un importante enclave pesquero y el pulpo era muy abundante, para transportarlo a tierras del interior era necesario secarlo para poder conservarlo y aprovechar las épocas de abundancia.
Estos monjes cistercienses al recibir como parte de los diezmos del coto importantes cantidades de pulpo, deciden venderlo o cambiarlo por la comarca y también explotarlo en las ferias que se celebraban en la zona a orillas de río Arenteiro. La forma más fácil que se les ocurrió para cocinarlo al aire libre era cocerlo y servirlo con sal.
Tuvo tanto éxito que pronto se popularizo por las ferias del interior de Galicia como plato económico pero que gustaba a la población. De ahí el nombre de “pulpo a feira”.
Se cocina en calderos de cobre y se sirve en platos de madera, el aliño que hoy conocemos también se debe a esta época donde el pimentón y el aceite lo traían los mercaderes del interior de la península.
Uno de los secretos de la cocción del pulpo es en el medio donde se cocina, en una olla de cobre, quizás los monjes del monasterio de Santa María de Oseira ya sabían que el pulpo tiene sangre azul.
(Su sangre es azul debido a que utiliza hemocianina en lugar de hemoglobina como molécula transportadora de oxigeno; la hemocianina contiene cobre en lugar de hierro, por lo cual tiene el color azul).
En gastronomía es muy apreciado, se cocina de muy diferentes formas pero la más popular y conocida es a feira o a la gallega. Es un plato básico de la gastronomía de Galicia aunque su consumo se ha generalizado por toda España, está presente en las fiestas y romerías de Galicia y el Bierzo en León. Existen ferias señaladas como la Ascensión en Santiago de Compostela o San Froilán en Lugo donde el pulpo es la estrella de la gastronomía.
En o Carballiño se celebra la fiesta del pulpo el segundo domingo del mes de agosto, declarada de Interés Turístico Internacional donde acuden unas 100.000 personas y se consumen en un solo día 50.000 kilos.
En la actualidad, la mayoría del pulpo para el consumo humano proviene de África Septentrional y Occidental, el pulpo de las costas gallegas es el más apreciado en la gastronomía española por su sabor y textura debido a que las rías de esta costa son muy abundantes en mariscos y bivalvos principal alimento de este cefalópodo.
El pulpo ha sido un alimento popular en el este de Asia, España, Grecia y otros países desde hace siglos, ganando popularidad en EE.UU. recientemente.
Esta popularidad ha tenido un fuerte impacto en las poblaciones de pulpo, en Japón las capturas se desplomaron un 50% entre los años 1960 y 1980.
La demanda internacional inspiro la pesca en África Occidental y del Norte en los años 80, aunque recientemente también en Senegal. Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU, cada año son importadas en torno a 270.000 toneladas de pulpo por varios países de todo el mundo.
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