Es un
ingrediente cada vez más utilizado en cocina en sustitución del ajo común ya que es más suave
en su olor
y sabor.
Su aspecto
externo es el de un ajo viejo y su parte interna es negra debido al proceso de
fermentación y temperatura al que se somete, este proceso rebaja su olor y
sabor pero multiplica sus características nutritivas.
Fue
descubierto en Japón y Ferrán Adriá quien lo introdujo en España, actualmente
ya se produce en nuestro país.
Tiene un
sabor dulzón, una textura de gominola con un toque de regaliz, se utiliza como
sustituto del ajo blanco e incluso nos da la posibilidad de jugar con su color,
como por ejemplo hacer un alioli negro.
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