lunes, 3 de marzo de 2014

OREJAS DE CARNAVAL. RECETA TRADICIONAL



Es el postre tradicional por excelencia junto con las filloas en la época de carnavales y después de un buen cocido o un lacón con grelos. Este postre tiene su origen en la Maragatería, en la provincia de León y en el Monasterio de Santa Clara de Astorga.
Este Monasterio fue creado en el año 1258 por orden el Papa Alejandro IV para acoger a un grupo de Hermanas Clarisas de Salamanca con intención de instalarse en esa ciudad.
Como en la mayoría de los conventos y monasterios, la cocina era sencilla y con productos cosechados por las mismas monjas o monjes. Sus recetas se traspasaban de un lugar a otro cuando recibían visitas o miembros de otra localidad, pero en cada zona o región mantenían (y lo siguen haciendo) sus platos típicos.
Actualmente existen distintas versiones de este postre y como en la mayoría de las recetas cada cual las adapta a su gusto personal.
Era un postre típico de Cuaresma ya que no se podía comer ningún tipo de carne, y coincidiendo esta época con los aprovechamientos de la matanza del cerdo, se usaba la manteca para su elaboración, en la actualidad se aromatizan con limón, naranja o mandarina y también se sustituye la manteca por mantequilla.
 
Ingredientes.
Por cada huevo:
1 cucharada de manteca de cerdo
1 vaso de vino blanco
1 copa de anís
4 cucharadas de levadura
1 pizca de sal
Harina la que absorba
Azúcar al gusto
Aceite de oliva v.e. suave para freír. En su origen se usaba grasa de cerdo.

Elaboración.
Batimos los huevos con la sal y la manteca hasta que esta quede bien deshecha, añadimos el vino, el anís y la levadura, continuamos batiendo hasta ligarlo bien y vamos integrando la harina tamizada poco a poco. Amasamos con las manos hasta que la masa no se pegue a los dedos. Dejamos reposar tapado 1 hora.
Extendemos pequeñas porciones de masa sobre una superficie de mármol previamente engrasada con aceite y von un rodillo de madera también engrasado vamos extendiendo hasta conseguir que nos quede lo más fina posible (esto es muy importante ya que después crecen mucho), cortamos con un cuchillo dándole forma de oreja de cerdo y freímos en abundante aceite caliente.
Retiramos a una fuente con papel absorbente y espolvoreamos con azúcar al gusto.